Rocio Cárdenas
¿Qué imaginarios se nos vienen a la cabeza cada vez que caminamos por la Ex Esma? Vestigios me invitó a abrir los ojos para mirar los testimonios y archivos de los mismos sobrevivientes y desaparecidxs. Ahí aparece reflejada la luz y la dignidad humana que ni el más totalizador de los poderes puede apagar. Acciones solidarias que no constituyen actos heroicos pero que nos ayudan a sobrevivir. ¿Cómo combatir el horror aun cuando la voluntad del opresor era convertirlxs en nada? Los actos humanos y más simples fueron los que dieron batalla dentro del campo: Jugar juegos con migas de pan hechas objetos, ajedrez imaginarios, hacer naipes con pedacitos de tela que iban encontrando, pintarse los ojos con pastillas de carbón, reglarse poemas llenos de vida pero también arriesgarla para asistir al compañerx que tenía al lado escondiendo una botella de agua. Esa virtud cotidiana de los sobrevivientes y desparecidxs: la resistencia. Las placas reflejan esos vestigios que fui encontrando en las palabras de Pilar Calveiro sobreviviente del campo y de Ana María Ponce secuestrada el 18 de julio de 1977 en el Jardín Zoológico y llevada a la Esma, donde permaneció hasta el lunes de Carnaval de 1978, cuando se la vio por última vez.